viernes, 26 de noviembre de 2010

Hay que encuerarse para triunfar


He sido gratamente sorprendido, por un grupo de mujeres desempleadas que se vieron sacudidas por la desesperación y acosadas por la miseria. Pudiera pensarse, y con justa razón, que lo que me ha sorprendido es que estás mujeres se dispusieron a quitar la ropa exterior, para posar, tan guapas como son, en un calendario 2011.

Dejando de lado esa complacida y pervertida mirada, estoy mucho más satisfecho con el ejemplo que estás lindas aeromozas han dejado para nosotros los mexicanos. Pues ese espíritu emprendedor y esa visión financiera que han tenido, no debería ser otra cosa que un modelo a seguir por parte de todos aquellos que nos quejamos a diario de la paupérrima situación que se vive alrededor de nuestros hogares, y digo alrededor porque no necesariamente se vive dentro, donde por lo general estamos cómodamente instalados en un sillón, echando botana.

El calendario de las aeromozas de Mexicana no es simplemente un producto, es un balde de agua en al cama a las 7 a.m., pues sin importar el estado físico de las modelos —forzadas por las circunstancias—, el entrono mediático y la victimización de los empleados de la compañía, venderían a puños el calendario, por lo tanto, es un acierto mercadológico, que no tendá otro fin más que el éxito rotundo.

Todo este conjunto de circunstancias —una ráfaga de malos ratos— que ha despertado a alguien que se creía a salvo —a salvo en su sillón quejándose de la situación—ah ocasionado una reacción extremadamente positiva, por lo menos en un servidor, el cual espera que tal reacción sea compartida.

Poner manos a la obra para aprovechar una oportunidad inminente, es la mejor parte de toda esta historia, tal vez porque no queda otra; tal vez porque tengo ganas o tiempo; tal vez porque quiero mejorar o crecer; tal vez porque ya estoy harto; tal vez porque si o… ¿por qué no?. Pero, Poner manos a la obra.

Entonces sí. Hay que desnudarse para triunfar, para hacer las cosas que creemos imposibles, hay que quitarse la ropa y mostrar lo que están cubriendo esas garras, aceptar los defectos y sacar ventaja de ellos, resaltar las partes bellas y ponerlas a la venta, tirar todo aquello que nos impide salir en pelotas a la calle. Hay que encuerarse para enseñar, para demostrar que somos capaces simplemente de encuerarnos, y encuerarnos para hacer todas esas cosas tan divertidas, que se hacen cuando uno se despoja de la ropa.

jueves, 11 de noviembre de 2010

empezando por el comienzo

Efectivamente. comienzo una nueva etapa en mi manera de comunicarme y expresarme, en un mundo relativamente descocido aunque muy prometedor, por supuesto para mi persona y los efectos que ella busca. Espero encontrar eco en las ideas que serán aquí pubicadas, pues las texturas y matices, de esos ecos, son la principal causa de que un servidor se ponga en marcha. Así pues, la invitación es atenta para todos aquellos que tengan alguna sensación con las palabras que acá se escriban.

Y ¿qué esperar? 
de todo, como en botica.